La crisis de los coches afectados por la DANA en Valencia: un problema ambiental y económico
El impacto en cifras
- 120.000 vehículos afectados: una cifra equivalente a todo el parque móvil de una ciudad como La Coruña.
- 98% declarados siniestro total: casi la totalidad de estos coches no es apta para circular y debe ser retirada.
- Centros de reciclaje desbordados: los desguaces de la región no pueden asumir tal volumen de vehículos.
El proceso de reciclaje: más complejo de lo que parece
Contrario a la imagen simplificada de compactar vehículos de inmediato, el reciclaje de coches modernos implica múltiples pasos:
- Extracción de líquidos peligrosos: combustible, aceites y refrigerantes deben ser retirados cuidadosamente para evitar contaminaciones.
- Recuperación de materiales: aluminio, plásticos, cables y otros componentes se reciclan siempre que sea posible.
- Compactación final: los restos inservibles se comprimen para reducir su volumen.
Además, algunas piezas no esenciales (como asientos o partes interiores) pueden reutilizarse, pero componentes críticos como frenos o dirección, dañados por el barro, no son aptos para su reventa.
Descoordinación y desastre ambiental
La magnitud de la catástrofe ha desbordado a las autoridades y a los gestores de residuos, lo que ha llevado a una acumulación masiva de coches en campas improvisadas. Esto ha provocado:
- Vertidos químicos: los líquidos de los vehículos dañados han contaminado los suelos, generando un problema ambiental significativo.
- Incendios: la acumulación de coches ha dado lugar a incendios masivos, como los ocurridos en Paiporta y Alberic, cuyas causas aún se investigan.
- Mal manejo: vecinos denunciaron la retirada de vehículos en buen estado sin previo aviso, lo que generó quejas y confusión.
Un negocio insostenible
El reciclaje de estos coches se enfrenta a barreras económicas y logísticas:
- Valor negativo: los desguaces denuncian que gestionar estos vehículos es más costoso que los beneficios que generan.
- Barro y bacterias: el lodo seco y el riesgo bacteriológico dificultan la manipulación de las piezas.
- Coches eléctricos: el alto coste del reciclaje de baterías, que puede superar los 1.000 euros por unidad, añade un desafío adicional.
Mercados secundarios y posibles irregularidades
Mientras los desguaces locales no dan abasto, portales de compraventa y subastas online han comenzado a inundarse con anuncios de coches dañados por las inundaciones. Esto plantea la posibilidad de que vehículos en condiciones irregulares acaben en mercados secundarios, como Marruecos, lo que podría agravar aún más la problemática.
Conclusión
La crisis de los coches afectados por la DANA en Valencia es un claro ejemplo de cómo una catástrofe natural puede desencadenar problemas colaterales que afectan no solo a los propietarios de los vehículos, sino también al medio ambiente y a la economía local.
Es urgente una respuesta más coordinada y efectiva por parte de las autoridades, con medidas que agilicen la gestión de residuos y protejan tanto el entorno como a las comunidades afectadas. Además, es fundamental garantizar que los coches dañados no entren en mercados secundarios de manera irregular.